Volverse
loco al parecer es normal en Navidad. Correr de un lado para otro consiguiendo
regalos y tener el mínimo de conciencia con respecto a lo que significa esta
fecha son sólo algunas de las características que empañan estos días previos a
Navidad.
Y
es que poco a poco parece ha ido perdiendo el sentido para pasar de una
celebración espiritual, de recogimiento y feliz compartir en una festival del
consumo, donde muchos incluso se sienten obligados a entregar regalos cuando
realmente quisieran celebrarlo de cualquier otra forma.
“Hay
mucha gente que se cuestiona el tema de la navidad “made in usa” y si uno conversa con ellos en profundidad
acerca del tema se da cuenta que esto es algo absolutamente importado desde los
Estados Unidos y de Europa. Donde, tenemos en el centro de la celebración a un
viejo con un traje rojo (diseñado por la Coca Cola en la década de los 50) y
caluroso, con renos que se usan para transportarse en la nieve y en medio de
toda esa parafernalia poco o nada se dice o se ve del verdadero origen de la
celebración y de quien celebramos. Por eso creo hay muchas personas y sobre
todo jóvenes que cada vez menos les importa Navidad. Y aún los “creyente “y ese
día no oran ni deja cinco minutos para acordarse de que ese día nació un niño
al que llaman Señor.
Dale
una nueva oportunidad a Navidad y a tu familia, vive estos días previos a Navidad
con la alegría, esperanza y anhelos con que se vive la espera de la llegada de
un ser querido. Dale un lugar a Jesús en tu casa, en tu corazón. Y veras que si
será una Verdadera Celebración. Regala compañía, regala un momento a tu
familia, a tus amigos, a quienes están solos, regala una sonrisa a las personas
que viven en nuestras calles.
Aún
es tiempo.
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